jueves, 14 de julio de 2011

Relieves de África

La mayor parte de África tiene su origen en el precámbrico (se extiende al sur del monte Atlas hasta el cabo de Buena Esperanza), por lo que debido a la acción modeladora de la erosión, los relieves son predominantemente mesetarios formados por materiales como el gneis, el granito o la pizarra. Es decir, el continente africano se caracteriza por la homogeneidad de sus relieves, que se ve alterada únicamente por unas pocas formas de relieve.

Las primeras de estas variaciones son las amplias mesetas, que se extienden por todo el continente. Las más elevadas se encuentran en la región meridional. Poseen un aspecto uniforme y una elevada altitud media (750 metros), y algunas se encuentran zonas áridas, como la meseta de Tademit y la de Huib-Hoch, ubicadas en los desiertos de Sahara y Kalahari, respectivamente. Entre las mayores altiplanicies se pueden destacar el macizo de Etiopía, en el centro de dicho país, y Adamaua, en la zona central de Camerún.

Una segunda variedad de los relieves son los sistemas montañosos, que se ubican en las mesetas: algunos se alzan en los extremos del continente, como las cordilleras del Atlas, Ruwenzori y Drakensberg; unos pocos macizos aislados de origen volcánico despuntan por el centro del continente, como los de Ahaggar y Tibesti; en la parte oriental, la más elevada, se encuentra el valle del Gran, en el cual se localizan numerosos volcanes, como el Kilimanjaro (más alto del continente, con 5.895 metros de altura), el Kenia y el Elgon. El monte Camerún sobresale en la parte occidental.
La tercera unidad del relieve son las depresiones geomorfológicas, que rompen la uniformidad de las mesetas centrales; cabe mencionar las cuencas surcadas por los ríos Congo y Níger, y las depresiones de Qattara y Danakil.

Por último, se pueden reconocer varias llanuras costeras, como las de Libia, Mauritania, Senegal, Mozambique y Somalia, entre las más grandes, y otras más pequeñas, como la de Guinea. Además, existen algunas llanuras que acompañan el curso de los ríos, como la del Nilo, en su curso inferior y medio.

Por su ubicación geográfica, los relieves africanos se pueden clasificar en forma general en seis áreas: el Magreb, el Sahara, el Sahel, la selva ecuatorial, las mesetas orientales y el África austral.

El Magreb se encuentra en el noroeste del continente y presenta cordones montañosos paralelos a la costa que encierran mesetas y llanuras. Reciben el nombre general de montes Atlas y culminan en el monte Tubkal, de 4165 metros.

Por su parte, el Sahara es un gran desierto de arena que ocupa un tercio del continente en cuya parte central sobresalen mesetas rocosas llamadas hamadas. Los macizos de Tibesti y de Ahaggar se destacan por estar aisladas en medio del desierto y por su altura, que supera los 3000 metros.

En cuanto al Sahel, que bordea por el sur al Desierto del Sahara, se puede observar un paisaje en el que alternan mesetas onduladas y cuencas deprimidas, como la que ocupa el lago Chad.

Sobre la selva ecuatorial, ubicada en los alrededores del paralelo del Ecuador, puede decirse que es el área deprimida más extensa del continente, que está influida por la cuenca del Congo. En esta zona abundan depósitos de minerales, como el cobre, el uranio, el manganeso y el diamante. De este último mineral es uno de las mayores productoras del mundo.

Las mesetas orientales conforman el área más alta y de paisajes más variados, ya que hay mesetas y volcanes, como el Kilimanjaro, ubicado en el valle del Rift, y el Kenia y lagos que ocupan zonas que se han hundido como el Victoria y el Tanganica.

Finalmente, el África austral se caracteriza por los altiplanos y mesetas que presentan paisajes muy diferentes: al norte, se encuentran los desiertos de Namibia (ubicado sobre la costa oeste) y de Kalahari; al sur, la meseta Gran Karroo, bordeada por los encadenamientos sudafricanos, como los montes Dragones o Drakensberg.

Geológicamente, África se caracteriza por estar formado por un inmenso escudo continental de rocas precámbricas (como el granito), que está relacionado por su edad e historia con las cordilleras brasileñas de Sudamérica y que se extiende desde el sur del Atlas hasta el cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica). Al este, el escudo abarca dos masas continentales, la península Arábiga y Madagascar, que se separaron de África durante el periodo terciario. Entre estas antiguas rocas se han encontrado algunos de los primeros rastros de vida en la Tierra (microorganismos fósiles de 3.200 millones de años). Desde el punto de vista geológico, los montes Atlas del norte de África son parte de Europa, ya que fueron originados por las mismas fuerzas que crearon las cordilleras alpinas de Europa central y meridional. Las fuerzas tectónicas que separaron África y Sudamérica durante la división del continente de Gondwana, hace 150 millones de años, han seguido activas durante épocas más cercanas, al formarse el Gran Rift Valley en África oriental durante el terciario y desencadenar las erupciones de los montes volcánicos Kenia y Kilimanjaro.

En cuanto a su importancia en el desarrollo económico del continente, África es muy rica en recursos minerales; cuenta con la mayoría de los minerales conocidos, muchos de los cuales se encuentran en cantidades importantes, aunque su distribución geográfica es irregular. Hay grandes yacimientos de combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas natural. África tiene algunas de las más grandes reservas mundiales de oro, diamantes, cobre, platino, titanio y fosfatos. Otros importantes recursos naturales son el hierro, el cromo, el estaño, el cinc y el plomo. También hay cantidades explotables de arcillas, mica, azufre, sal, grafito, piedra, caliza y yeso.

Luego de todo lo descripto anteriormente, podemos afirmar que el continente africano se caracteriza por:

• una importante homogeneidad de los relieves, producto de su mayoritario origen geológico en el precámbrico.
• los relieves mesetarios, que explican la elevada altitud media.
• varias llanuras costeras y otras que continúan los cursos fluviales.
• cadenas montañosas de alturas no muy elevadas, aunque hay algunas excep
• un relieve costero regular, que representa una escasa proporción respecto del espacio que ocupa el continente.
• importante actividad volcánica en el este del continente, en el valle del Gran Rift.
• importantes recursos minerales, como el oro, el diamante, el cobre, el hierro, etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario